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Es necesario cultivar la inteligencia emocional para lograr la felicidad y la satisfacción personal.
El objetivo de la neurociencia es comprender cómo funciona el sistema nervioso para producir y regular emociones, pensamientos, conductas.
Un compendio de fotografías que evocan e inspiran emociones. Entender las emociones estéticas en cultivar la inteligencia emocional.
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- Neurociencias¿Qué pasa cuando siempre ganamos? ¿Te imaginas un mundo donde todo lo que intentas sale bien? Ganas en el trabajo, en los juegos, en las relaciones… en todo. A primera vista, suena como un paraíso. Pero, ¿y si te dijera que este estado puede ser tan peligroso como una droga? Sí, ganar de forma constante puede alterar la química de tu cerebro de maneras sorprendentes, llevándote a una adicción al éxito que puede tener consecuencias inesperadas. El Circuito de la Recompensa: Tu Cerebro en el Casino del Éxito Para entender por qué ganar todo el tiempo puede ser problemático, primero hay que hablar del circuito de recompensa en nuestro cerebro. Este sistema, que involucra estructuras como el núcleo accumbens y la corteza prefrontal, es el encargado de generar placer y motivación. Cada vez que ganas—ya sea una competencia, un ascenso o incluso un juego de cartas—tu cerebro libera dopamina, el neurotransmisor asociado con el placer y la motivación. Es la misma sustancia química involucrada en la adicción a sustancias como la cocaína o la heroína. Cuando ganar se convierte en un hábito, el cerebro empieza a esperar ese golpe de dopamina. Es decir, te vuelves adicto a la sensación de éxito. Y como ocurre con cualquier adicción, con el tiempo necesitas dosis más grandes para sentir el mismo placer. El Problema de la Tolerancia al Éxito Si siempre ganas, tu cerebro se acostumbra a niveles altos de dopamina. Lo que antes te hacía sentir increíble ahora se vuelve… normal. Así que buscas desafíos más grandes, apuestas más altas, logros más difíciles. La sensación de triunfo que una vez fue eufórica se convierte en un estándar mínimo. Es el mismo fenómeno que experimentan los jugadores compulsivos o los consumidores de drogas: la necesidad de subir la apuesta constantemente para sentir la misma satisfacción. Siempre al perder, ganamos algo. Los Riesgos de la Adicción al Éxito Si bien el éxito puede ser una fuerza poderosa y positiva, su exceso puede tener efectos secundarios inesperados: 1. Miedo al Fracaso: Cuando Ganar es la Única Opción Las personas que están acostumbradas a ganar pueden desarrollar una aversión extrema al fracaso. Como nunca han experimentado una derrota real, su cerebro no sabe cómo manejarla. Esto puede generar ansiedad intensa, perfeccionismo paralizante y miedo a tomar riesgos. 2. Comportamiento Narcisista: El Ego Inflado Cuando ganas todo el tiempo, es fácil empezar a creer que eres mejor que los demás. La investigación sugiere que el éxito repetido puede reforzar comportamientos narcisistas, haciendo que las personas sean menos empáticas y más propensas a despreciar a quienes no tienen su misma racha de victorias. 3. Falta de Resiliencia: El Cerebro Malcriado Uno de los mayores beneficios de fracasar es que nos enseña a ser resilientes. Si nunca has fallado, nunca has aprendido a levantarte después de una caída. Esto significa que cuando finalmente enfrentas un revés, puedes reaccionar de manera desproporcionada, sintiéndote devastado por algo que otras personas manejarían con relativa calma. 4. Insatisfacción Crónica: La Paradoja del Ganador El psicólogo Daniel Kahneman, premio Nobel de Economía, ha demostrado que los humanos somos muy malos prediciendo lo que nos hará felices. Muchas personas creen que ganar constantemente las hará sentir plenas, pero lo que ocurre en realidad es que el placer disminuye con el tiempo. Es el famoso “hedonic treadmill” o cinta de correr hedónica: una vez que te acostumbras a un nivel de éxito, necesitas más para sentir lo mismo. ¿Cómo Evitar la Trampa del Éxito? Si el éxito repetido puede ser tan peligroso, ¿qué podemos hacer para evitar caer en su trampa? Aquí algunos consejos: 1. Redefinir el Éxito En lugar de medir el éxito únicamente en términos de victorias externas (dinero, trofeos, reconocimiento), intenta enfocarte en logros internos, como el aprendizaje, el crecimiento personal y las relaciones significativas. 2. Aprender a Perder (a Propósito) Los grandes emprendedores y atletas practican la “exposición al fracaso”: se ponen en situaciones donde saben que pueden perder, solo para recordar cómo se siente y aprender a manejarlo. 3. Evitar la Comparación Constante Si siempre estás midiendo tu éxito contra los demás, nunca estarás satisfecho. En lugar de compararte con otros, compárate con tu versión de ayer. 4. Practicar la Gratitud Los estudios han demostrado que la gratitud activa circuitos cerebrales similares a los de la recompensa. Si entrenas tu cerebro para disfrutar los pequeños logros, necesitarás menos grandes victorias para sentir satisfacción. Conclusión: Cuando Ganar Demasiado se Vuelve un Problema Ganar es increíble, pero ganar todo el tiempo puede ser una trampa. Nuestro cerebro, en su búsqueda incesante de dopamina, nos puede convertir en adictos al éxito, con todos los efectos secundarios que eso implica. La clave es balancear las victorias con desafíos reales, aprender a perder y redefinir lo que significa el verdadero éxito. Así que la próxima vez que enfrentes una derrota, recuerda: un poco de fracaso puede ser exactamente lo que tu cerebro necesita.Like
- 🧠PsicologíaEl pensamiento neurótico es cuando dejamos que las ideas y creencias, reemplazan a los hechos. Hola, querido luchador de la mente ocupada. Sabemos que lidiar con pensamientos neuróticos puede sentirse como intentar apagar un incendio con una cucharita de agua. ¡Pero no te preocupes! Aquí tienes una guía práctica y divertida para dominar esos pensamientos alocados que te tienen en su trono. Vamos a derribarlos juntos. Paso 1: Identifica al “saboteador interno” ¿Has escuchado esa vocecita que siempre dice: “Esto saldrá mal,” o “No eres lo suficientemente bueno”? Sí, esa misma. Vamos a darle un nombre, algo divertido como “El Drama King” o “La Reina del Pánico”. Cada vez que empiece a sonar, haz una pausa y di: ”¡Ahí estás otra vez, Drama King! ¿Qué quieres ahora?” ¿Por qué esto funciona? Porque ponerle nombre a tus pensamientos te ayuda a separarte de ellos. Ya no son “tus” pensamientos, son solo opiniones mal informadas de tu saboteador interno. Paso 2: Haz una pausa y respira (literalmente) Cuando el pensamiento neurótico se apodere de tu mente, detente. Pon tus manos sobre tu abdomen y respira profundo: 1️⃣ Inhala contando hasta 4. 2️⃣ Retén el aire contando hasta 4. 3️⃣ Exhala contando hasta 6. Repite esto 5 veces. No te preocupes si al principio sientes que no está funcionando. Solo imagina que estás reiniciando tu sistema mental como cuando apagas y prendes el Wi-Fi. Confía en el proceso. Paso 3: Dile a tu cerebro: “Gracias, pero no gracias” Tu cerebro tiene buenas intenciones, lo prometo. Cree que está protegiéndote de peligros inexistentes. Así que cuando te lance pensamientos catastróficos como: ”¿Qué pasa si fracaso?” Respóndele con algo como: “Gracias por preocuparte, cerebro, pero no estoy en peligro. Puedes relajarte ahora.” Trátalo como a un amigo ansioso, no como a un enemigo. Tu cerebro quiere ayudarte, pero a veces actúa como un guardia de seguridad paranoico que ve problemas donde no los hay. Paso 4: Habla contigo mismo como con tu mejor amigo Imagínate que tu mejor amigo te dice: “Soy un desastre, nunca lo haré bien.” ¿Le responderías: “Sí, definitivamente eres un desastre total”? Claro que no. Entonces, ¿por qué te hablas a ti mismo así? Cambia el diálogo interno a algo más amable: • De: “Siempre arruino todo” • A: “Estoy aprendiendo, y cada paso me acerca a mi meta.” Hablarte bien no solo se siente mejor, sino que empieza a reprogramar tu mente para que confíe en ti. Paso 5: Desafía a tu mente con un “¿y qué?” Cuando tu pensamiento neurótico diga: ”¿Y si me equivoco?”, respóndele con un gran y audaz: ”¿Y qué? ¿Acaso el mundo se detendrá?” Desafía esos “¿y si…?” con hechos. La mayoría de tus miedos no tienen pruebas sólidas detrás. Por ejemplo: • Miedo: ”¿Y si me equivoco en la reunión?” • Respuesta: “Todos se equivocan. Me disculpo, lo corrijo y sigo adelante.” Haz que tu mente trabaje para ti, no en tu contra. Paso 6: Ocupa tu mente con algo útil Los pensamientos neuróticos aman el ocio. Cuando no tienes nada que hacer, entran como un vecino chismoso con todo tipo de historias. Así que, mantén a tu mente ocupada: • Escucha un podcast que te inspire. • Aprende algo nuevo, como una receta o un baile tonto. • Sal a caminar y concéntrate en contar los árboles o los coches rojos. La clave está en redirigir tu enfoque a algo positivo. No puedes evitar que tu mente piense, pero puedes decidir en qué se enfoca. Paso 7: Haz las paces con el error ¿Sabías que los grandes genios han cometido más errores que la mayoría de las personas? Thomas Edison falló 1,000 veces antes de inventar la bombilla. Así que, ¿por qué te aterra tanto equivocarte? Cuando te encuentres pensando: ”¡No puedo fallar!”, recuérdate: “Fallé, pero eso significa que estoy aprendiendo.” Celebrar tus errores como parte del proceso es la mejor manera de liberarte de la presión neurótica del “perfeccionismo”. Paso 8: Crea un mantra poderoso Un mantra es una frase corta y positiva que puedes repetir cuando el saboteador interno se ponga ruidoso. Algunos ejemplos: • “Estoy haciendo lo mejor que puedo.” • “Tengo el control de mi vida.” • “Mis pensamientos no me controlan.” Repite tu mantra en voz alta frente al espejo o en tu mente cada vez que lo necesites. Con el tiempo, este mantra se convertirá en una respuesta automática para tu mente. Paso 9: Haz ejercicio para “sacar el drama” ¿Sabías que el ejercicio es un desahogo natural para la ansiedad? No necesitas correr un maratón, pero sí mover tu cuerpo: • Haz 10 minutos de yoga o estiramientos. • Baila como si nadie te estuviera viendo. • Da una caminata rápida mientras escuchas música que te levante el ánimo. El movimiento físico cambia tu química cerebral y reduce los pensamientos negativos. Paso 10: Termina cada día con gratitud Antes de irte a dormir, anota 3 cosas por las que estés agradecido. Pueden ser cosas grandes o pequeñas, como: • “Hoy terminé ese correo importante.” • “Me reí mucho con un amigo.” • “El café estuvo delicioso.” La gratitud te ayuda a cambiar tu enfoque de lo que falta a lo que ya tienes, dejando menos espacio para que los pensamientos neuróticos crezcan. Reflexión final: Tú tienes el control Recuerda que los pensamientos neuróticos no tienen el poder que tú no les das. No eres tus pensamientos, eres lo que eliges hacer con ellos. Usa esta guía como tu mapa diario y conviértete en el jefe de tu mente. ¿Listo para empezar hoy? ¡Vamos, tú puedes con esto y más! 🎉Like
- Desarrollo personal.El cambio positivo no ocurre por casualidad; es el resultado de decisiones conscientes, herramientas adecuadas y estrategias efectivas. La Programación Neurolingüística (PNL), junto con otras técnicas neuropsicoeducativas, ofrece un enfoque poderoso para transformar tu vida desde dentro hacia fuera. En este artículo, exploraremos cómo estas herramientas pueden ayudarte a superar bloqueos, fortalecer tu bienestar emocional y alcanzar tus objetivos de manera sostenible. ¿Qué es la PNL y cómo puede ayudarte? La PNL (Programación Neurolingüística) es un modelo que estudia cómo el lenguaje, los pensamientos y las emociones influyen en nuestro comportamiento. Esta metodología ofrece herramientas prácticas para: • Reprogramar creencias limitantes. • Mejorar la comunicación interpersonal. • Gestionar emociones de manera efectiva. • Alcanzar objetivos claros y definidos. Por ejemplo, con la técnica del anclaje emocional, puedes entrenar tu mente para asociar emociones positivas con acciones específicas, ayudándote a recuperar confianza en momentos clave. El papel de las herramientas neuropsicoeducativas Además de la PNL, las neuropsicoeducativas ofrecen enfoques basados en cómo funciona el cerebro para potenciar el aprendizaje, la gestión emocional y el desarrollo personal. Algunas de estas herramientas incluyen: 1. Mindfulness El mindfulness o atención plena te ayuda a centrarte en el presente, reducir la ansiedad y tomar decisiones más conscientes. Al combinarlo con PNL, puedes identificar patrones emocionales y reconducirlos hacia respuestas más positivas. 2. Educación emocional Entender y gestionar tus emociones es clave para el bienestar. Técnicas como el reencuadre cognitivo (muy usada en PNL) pueden ayudarte a reinterpretar situaciones difíciles y encontrar nuevas perspectivas. 3. Neuroplasticidad Nuestro cerebro tiene la capacidad de cambiar y adaptarse. Al usar herramientas como la PNL, puedes fortalecer conexiones neuronales positivas, potenciando hábitos y pensamientos que te acerquen a tus metas. 4. Visualización guiada La visualización no solo inspira, sino que entrena a tu cerebro para experimentar el éxito antes de alcanzarlo. Este método, potenciado con la PNL, refuerza la confianza y el enfoque. El mindfulness o atención plena te ayuda a centrarte en el presente, reducir la ansiedad y tomar decisiones más conscientes. ¿Cómo empezar a usar estas herramientas? 1. Define un objetivo claro ¿Qué cambio positivo quieres lograr? Puede ser desde mejorar tus relaciones hasta avanzar en tu carrera profesional. 2. Explora tus patrones actuales Reflexiona sobre qué pensamientos o emociones están limitando tu progreso. Aquí es donde la PNL y la educación emocional pueden ayudarte a identificar y transformar bloqueos. 3. Implementa prácticas diarias • Dedica unos minutos al mindfulness para centrarte. • Usa la técnica de anclaje para asociar emociones positivas con acciones concretas. • Reencuadra situaciones desafiantes con una perspectiva constructiva. 4. Busca acompañamiento profesional Un coach o terapeuta especializado en PNL y neuropsicoeducación puede guiarte para aplicar estas herramientas de manera efectiva. El cambio es posible: da el primer paso No importa dónde te encuentres ahora. Al usar PNL y herramientas neuropsicoeducativas, puedes tomar el control de tu vida y avanzar hacia una versión mejorada de ti mismo. La clave está en practicar, reflexionar y ser consistente. 💡 ¿Listo para comenzar tu transformación? Te invitamos a explorar más sobre estas técnicas en nuestras sesiones personalizadas. ¡El cambio positivo está a tu alcance! Este enfoque integrador no solo posiciona la PNL como una herramienta clave, sino que destaca su potencial cuando se combina con otras metodologías efectivas. Si necesitas agregar gráficos o imágenes para el artículo, puedo ayudarte a crearlos. 😊 Sesión de Coaching Emocional https://www.wix.app/stores/c70e0bdf-3003-400c-8b53-ede771eff6c3/catalog/f6399374-9da3-3163-b80f-cf829cfddd95?d=https://www.pernettpnlcoach.com/product-page/sesión-de-coaching-emocionalLike
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